ETA y su disolución
(loquemeimporta.blogspot.es).- Ayer se celebró la conferencia de Paz en el País Vasco. Y hoy nos amanece la prensa de extremo centro (ejem...) calificándola entre otras lindezas como "La conferencia de la Infamia" (sic).
Para mi esta conferencia sólo es, por calificarla de alguna manera, como un brindis al Sol... no sirve de gran cosa si al final no consigue lo que todos esperamos: La disolución de ETA.
Para algunos en el País Vasco vendría a ser como un pequeño desagravio con el que lamerse las heridas antes de la amputación de un miembro querido.
Para otros, un insulto al amor patrio (¿Quiénes son para venir de fuera a decirnos lo que hay que hacer?).
Y para la víctimas del terrorismo viene a ser como una bofetada en la cara, pues cualquier consideración hacia los terroristas duele (y no sin razón).
Pero lo más importante no será qué es para cada uno, sino como ya he dicho, si sirve para algo.
El dardo envenenado que el PP tiró contra Zapatero en la fracasada negociación de hace poco se vuelve contra las víctimas, las que siempre sufren. Recordemos que Rajoy dijo apoyar un proceso de negociación siempre y cuando no se hicieran concesiones a la banda. Pero claro, cualquier gesto, cualquier declaración, cualquier movimiento puede ser tildado de concesión.
No se les dió Navarra, no, pero pareció aquello como si cada día Zapatero fuera Papá Noel..... para la derecha.
Y claro, ¿qué habrían de pensar las víctimas? ¿A quién creer?
Y en estas que volvemos a la carga. Tenemos aquí no más que una triste escenificación del velatorio a un moribundo (ETA) y varias palabras de consuelo. Nada más que para regalar los oídos de una parte de los batasunos que se resisten a soltar la última de sus lágrimas. Ellos siempre desearon la divulgación del conflicto y la mediación internacional ante el estado español y opresor (sic). Pues nada, para este viaje no hacían falta tantas alforjas, ni haber esperado tanto tiempo.
Por mi como si les organizamos una conferencia cada semana, si con ello conseguimos que ETA se muera de una puñetera vez.
¿Concesión? ¿Infamia? ¿Traición a los muertos? Desde luego que la intransigencia de algunos no tiene límites. Me pregunto qué hubiera sido de este país si en el 78 hubiera imperado tal intransigencia de parte de los demócratas hacia los rescoldos del franquismo.
O el espíritu de la transición se esfumó demasiado pronto, o sólo pusieron de su parte unos y nos hacen creer que fueron todos.
